El liderazgo tiene que ver con ser bueno con la estrategia. Y a su vez la estrategia en la empresa empieza con la capacidad de solucionar problemas. ¿Se te da bien solucionar problemas? ¿Cómo puedes mejorar en esta habilidad?
No hay soluciones milagrosas. Aún así, puedes seguir un proceso que te ayude a sentirte más seguro cuando te enfrentas a problemas más o menos complejos.
Adoptar soluciones equivocadas puede suponer que destines esfuerzos y recursos que no tienes en acciones que no te conducen a los resultados que buscas.
Si te encuentras en un momento emocional inestable y te resulta difícil separar tus emociones y experiencias negativas del proceso de encontrar soluciones, te va a resultar más difícil adoptar un enfoque lógico. Y lo cierto es que solucionar un problema tiene más de lógico que de emocional.
Seguir un proceso reduce tu nivel de estrés, y te permite tener un pequeño histórico con los distintos enfoques que has seguido para solucionar situaciones en tu empresa. Este es el proceso que mejor me funciona para la mayoría de situaciones:
Modelo 5 Steps de Solución de Problemas
1- Define el problema. Puede sonar simplista. El simple hecho de poner por escrito lo que percibes como problema te ayuda a formular la situación en términos más manejables. Te permite detallar los diferentes aspectos que componen un problema complejo en unidades más pequeñas. Te ofrece también la posibilidad de identificar elementos que no habías reconocido de forma consciente.
Despieza el problema en unidades que puedan abordarse por separado. No te comas la vaca entera. Haz filetes. Formula el problema en términos que estimulen tu capacidad de encontrar respuestas. En lugar de escribir «tenemos un problema de ventas en el producto A», escribe «¿cómo podemos hacer el producto A más vendible?».
Usa la estructura HMW (How May We, Cómo Podríamos) para formular el problema que quieres solucionar.
Nathan Manzaneque
2- Recopila información. Tu subconsciente ya tiene información que te orienta en una dirección concreta en la resolución del problema. Ahora necesitas dotar a tu consciente de información de calidad suficiente que te permita tomar decisiones bien fundadas y que puedas defender con el mayor grado de certeza posible.
3- Plan de Acción. Una vez que dispones de información suficiente, ahora puedes planificar una serie de acciones que contribuyan a dar solución a los distintos elementos del problema que has identificado. El hecho de ponerlo por escrito te ayuda a identificar qué acciones son prioritarias y en qué orden de implementación te ofrecerán mejores resultados.
4- Deja de Analizar y Actúa. Cuanto mayor la complejidad del problema, más larga es la fase de implementación. Sé realista y no te desanimes. Si quieres aprender un nuevo idioma, la fase de actuación es la que es. Abandonar la fase de actuación porque se te hace larga nunca es parte de la solución, sino que agrava tu problema.
5- Evalúa el Resultado. Hay varias opciones. Cuando implementas las acciones proyectadas en base a la información de la que dispones, probablemente ya has resuelto el problema o parte de él.
Si no lo has solucionado, probablemente estás más cerca de hacerlo ahora que cuando empezaste el proceso. Ahora dispones aún de más información y de mayor calidad aunque haya resultado insuficiente. Busca la ayuda de un consultor experto si aún necesitas más información. Examina si debes incorporar otros pasos a tu plan de acción para asegurarte una solución satisfactoria.
¿Por qué a veces no encontramos soluciones?
A menudo estamos buscando soluciones que estaban a nuestro alcance antes del problema. La realidad ya no es la misma. Por eso no busques una solución idéntica a tu escenario ideal. Busca una solución nueva posible y mejor. Piensa en un nivel mejorado de solución y ten la mente abierta a opciones que no has contemplado hasta ahora.
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