Muchos empresarios se han venido negando al WFH (Work From Home) trabajo en remoto de forma sistemática en la última década. «El ojo del amo engorda al caballo«, decían.
«Nathan, si no estoy encima la gente no sabe trabajar por sí sola. Tienes que estar ahí. Tó er día.» Eso me decía una empresaria no hace muchos años. Seguramente la CEO que menos delega en una gran empresa española.
Y fíjate por donde, una pandemia ha obligado a muchos de esos empresarios a permitir a sus empleados trabajar desde casa. No por voluntad propia. No por un liderazgo innovador, no majo. No por estrategia y visión empresarial. Nope! Por huevos.
¿Y cuál es el resultado? Un estudio de más de 15.000 empleados concluyó que trabajar en remoto condujo a un aumento del 13% en el rendimiento, mejoró la satisfacción laboral, se produjeron menos bajas por enfermedad, y la moral de los empleados mejoró notablemente.
Para los empresaurios; Señores, trabajar en remoto es más eficiente y rentable.
Bienvenidos al concepto de la Productividad Consciente. Seguro que te has dado cuenta de que hace ya tiempo que la corriente del Mindfulness y la meditación han sido adoptadas por profesionales de muchos sectores. El hecho de que nos hayamos visto confinados a nuestras cuatro paredes nos ha obligado a re-pensar cómo trabajamos. Y muchos profesionales ‘evolucionados’ se han dado cuenta de que el ritmo que llevaban era absurdo, contraproducente, e insostenible.
Y ello les ha llevado a aplicar técnicas de meditación, o relajación, o algún tipo de mindfulness, a su rutina laboral en remoto. ¿Resultado? Es difícil que puedan y quieran volver a acostumbrarse a entrar en la rueda de hámster. Han empezado a cuidarse más y mejor, a mantener su cabeza en sintonía con su cuerpo y su corazón. Y se han replanteado sus valores, y la coherencia o falta de ella, con la que han estado corriendo de acá para allá como pollo sin cabeza.
Ahora son mucho más conscientes de su fisiología, sus emociones, pensamientos, y acciones. No todos, por supuesto. Pero sí muchos profesionales y empresarios.
¿Cuáles son los tips que mejor funcionan para trabajar en remoto y aumentar tu Productividad Consciente?
1. Divide los espacios en tu hogar. Lo comentaban muchos amigos y clientes. Durante las primeras semanas de trabajar desde casa, aquello era un cachondeo. Con la novedad se pasaban gran parte del día en pijama o en ropa interior. Y su nivel de productividad era más bien escaso, tirando a ‘ya si eso mañana.’ Lo mismo estaban en el salón de estar, que en la cocina, que en la cama. En cuanto se dieron cuenta de que no se sentían productivos, decidieron crear un espacio en su casa que les permitía tener el grado de foco necesario para trabajar de manera eficiente.
2. Respeta los tiempos y espacios de trabajo. No mezcles. Si estás descansando sal de la ‘zona de trabajo’. Y si estás trabajando, sal de la ‘zona de recreo’. Nada de ‘cinco minutos más’, o de quedarte más tiempo en la cama por la mañana, o siestas olímpicas de pijama y orinal.
3. Dosifícate. No por más correr amanece más temprano. Adopta un ritmo de trabajo sostenible en el que dedicas el 100 por cien de tu capacidad de foco. Pausa cuando sea oportuno. Ten en cuanta a tus colaboradores y al resto del equipo que trabaja también en remoto. Encontrar el equilibrio en el ritmo de trabajo te permitirá aumentar tu productividad sin forzar la maquinaria.
4. Prohibido hacer multitasking. Está demostrado desde el punto de vista científico que hacer más de una cosa a la vez arruina tu productividad, tu estado anímico, y tu capacidad cognitiva. Según un estudio de Harvard una persona cualquiera pasa el 47 por ciento del tiempo ‘moneando‘ o distraída. Y cuanto más dejas que las distracciones te interrumpan, más tiempo te quedarás en bavia. De hecho igual conoces a alguno que se quedó a vivir allí.
5. Cuida tu fisiología. Le ha pasado a muchas personas al empezar a trabajar desde casa que se han cargado todos sus bio-ritmos. Durante las primeras semanas se quedaban hasta bien entrada la madrugada delante de la tele o del smartphone. Comían lo que querían como si estuvieran de vacaciones. Empezaron a beber de más. Sigue la regla del Golden Nugget: 8 horas para dormir, 8 horas para trabajar, y 8 horas para todo lo demás.
6. Dí que no al 80% que no te interesa. Es muy difícil para muchas personas decir que no. Igual te sorprendería si te contara a cuántas personas he ayudado a ser más asertivos. Cada vez que aceptas un compromiso al que deberías haberte negado, te sometes a un estrés mental y emocional que terminas pagando en tus carnes a base de bien. Créeme, no sale gratis. Si no quieres perder la cabeza, tienes que poner límites claros. No aceptes proyectos que no estén alineados con TUS objetivos y metas y que saturen tu calendario, por muy flashy o llamativos que sean. Cuando estás en tu trabajo, di que no también a distracciones en casa. Como tareas pendientes, las lentejas en el fuego, la colada que hay que tender o secar, o la ropa que hay que recoger, ya me entiendes… Las cosas personales se hacen fuera de tus horas de trabajo.
7. Háblate de forma constructiva. A menudo somos nuestro peor enemigo. Y cada vez que algo sale mal o nos dejamos algo en el tintero, machacarnos no es la mejor forma de aumentar nuestra productividad. Trátate como lo harías con tu mejor empleado, o a tu mejor amigo. Muestra interés en tu mejor socio; tú mismo. Háblate con respeto, honestidad, y compasión, incluso cuando tengas que exigirte y rendirte cuentas.
8. Delega, delega, y elimina. Hay cosas que parecen importantes pero que no están para nada en línea con tus objetivos o tus prioridades. Y cuando eso ocurre, la pregunta es ¿de verdad tienes que hacer esas cosas tú mismo? ¿O podrías delegar en otra persona? ¿Es posible que esa tarea sea irrelevante y debas eliminarla del todo en vez de arrastrarla acumulando frustración? No bloquees tu agenda con asuntos que o no son responsabilidad tuya, o no te aportan valor en absoluto.
9. Que te dé el aire todos los días. Puede que pienses que cuando entras en flow (estás en un momento muy productivo del día), es mala idea romper el ritmo saliendo a pasear o que te dé el aire. Pero lo cierto es que el hacer algún tipo de actividad física moderada como caminar te despeja la mente en lugar de entorpecer tu trabajo. No estamos hechos para estar 8 horas sentados y nuestro cuerpo y nuestra mente se resienten cuando lo hacemos.
10. Cuida de tu Red de Apoyo. Hablaba antes del Golden Nugget. En las 8 horas que son para ti dedícale tiempo a esas personas que pueden ayudarte. Invierte en tu pareja, en tus hijos, padres, familiares, y amigos. Sé inflexible con el tiempo para los tuyos. Evita poner en peligro tus relaciones por abusar de estar enganchado al móvil, la tele, o al dispositivo de turno. El tiempo que no le dedicas a tu red de apoyo va minando proporcionalmente la calidad de tus relaciones.
11. Cuida tu Red de Información. Invierte tiempo en hablar con profesionales con los que tienes cosas en común y que te pueden aportar valor cuando necesites inteligencia de mercado, ideas, recursos, o cualquier otro tipo de ayuda en tu profesión. Y hazlo antes de que necesites esa ayuda. Para conseguirlo tienes que hacer algo relativamente sencillo, pero que requiere esfuerzo. Bloquea ese tiempo en tu agenda, y cumple con ese tiempo reservado.
12. Cuida tu Red de Negocios. Trabajar desde casa no quiere decir que puedas permitirte no hacer networking. Tus relaciones profesionales pueden conectarte con oportunidades de negocio tanto ahora como en el futuro. Dejar de cuidar de tus relaciones profesionales es como dejar de comer. Puedes mantenerte durante un tiempo, pero en unos días te mueres si no comes. A nivel profesional no puedes ser una isla. Programa reuniones online con prescriptores para tu empresa, con personas con las que compartes cliente objetivo, y participa en grupos de networking online.