En el mundo de la empresa y de las ventas la motivación es absolutamente clave. Y cuando nos falla la motivación en un equipo, sabemos que cada desafío se hace una montaña.

Y para mantener la motivación, todos tenemos bastante claro lo importante que es mantener tu cuerpo en buena forma física. Nuestra calidad de vida aumenta y nos sentimos mejor.

El problema es que no siempre somos conscientes de que nuestra mente necesita cuidado tanto o más que nuestro cuerpo. Cuidando nuestra fortaleza mental nos dotamos de las herramientas necesarias para aprovechar las oportunidades que se nos presenten y superar los retos que surjan.

«Nathan, no estoy mal de la cabeza. Que yo sepa ni yo ni nadie de mi equipo tenemos ningúna enfermedad mental ni nada por el estilo.«

¡Genial! No me refiero a que a alguien le falte un tornillo. Según la psicóloga clínica Rachel O’Neill, no tener una enfermedad mental no quiere decir que estemos bien mental o emocionalmente. «Podemos experimentar períodos de estrés, malestar, tristeza, o ansiedad, sin que se den los criterios que se deban imputar a un problema de salud mental. La salud mental es un proceso, y al igual que la salud física, mantener el bienestar emocional y mental es un proceso continuo.»

¿Estás de acuerdo con esta psicóloga? Piensa que ha habido una pandemia y un confinamiento por medio. Y no ha nada como un año de incertidumbre y estrés para poner a prueba tu fortaleza mental y la de tu equipo.

¿Qué acciones pueden ayudarte a construir una mentalidad fuerte? Vamos a comentar unas cuantas, ¿te parece?

1 Mueve el esqueleto

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Cuando era niño la frase mover el esqueleto ya era algo viejuna, así que ahora ni te cuento. La asociamos a bailar, a movernos. Nos sugiere disfrutar del movimiento de nuestro cuerpo. Si queremos más fortaleza mental, tenemos que movernos más. Y no soy yo quien lo dice.

La ciencia ha descubierto que cuando nos movemos generamos norephinefrina, dopamina, y serotonina. Mejora y normaliza los niveles de nuestros neurotransmisores. Mola, ¿no?

Y además sientes más energía y mayor claridad mental. Te notas más creativo y con menor estrés. Y tu forma de enfrentarte al día a día es más positiva.

Ahí va el reto: ¿qué podemos hacer para disfrutar de movernos más cada día y crear una cultura menos sedentaria en nuestros equipos?

2 Tómate pausas significativas

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Se trata de apartar unos minutos para hacer inventario emocional y mental. Si te va el tema de mindfulness, dedícale al menos un par de minutos cada día. ¿Quién no tiene dos minutos?

Quien no tiene dos minutos al día para hacer pausas significativas, más adelante tendrá que hacer pausas forzosas.

Hay apps para el móvil que te guían de forma estructurada para tomarte esas pausas. Mi sugerencia es que pruebes qué estructura de pausa significativa te ayuda más. Solamente unos pocos días seguidos de meditación, estiramientos, y otras prácticas similares van a mejorar notablemente nuestros niveles de estrés, energía, y de atención. Hay estudios que incluso han descubierto que nuestro sistema inmunológico se fortalece y que bajan nuestros niveles de cortisol, además de que mejora la memoria, la capacidad motora, y la función de proceso visuoespacial.

¿Al final o al principio del día? Cuando tú quieras, pero tómate estas pausas significativas cada día. Y cuando durante el día las cosas se pongan difíciles, no dudes en apartar tiempo para hacer un paréntesis y recomponer tu equilibrio mental si lo necesitas. Y si gestionas un equipo, crea las condiciones para que tus compañeros o empleados tomen acción e inviertan también en cuidar su propia fortaleza mental.

3 Céntrate en una sola cosa a la vez

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Cuando éramos niños podíamos estar absortos en un juego que nos encantaba y parecía que perdíamos la noción del tiempo. ¿Hemos perdido esa capacidad?

«Yo soy muy de multitasking. Puedo escuchar dos conversaciones a la vez mientras escribo un informe, me pinto las uñas, y mando una story en el Insta.»

Pues sí, en algún momento algo se ha roto en nuestra sociedad y hemos glorificado la habilidad de hacer muchas cosas a medias, en lugar de hacer una cosa al 100%. Menos atención, para figurar en más sitios. Cuando lo cierto es, que si una persona te dedica toda su atención, nunca es lo mismo que si te dedica algo de su atención mientras hace otra cosa.

«Pero, ¿me estás escuchando? Nada, cuando termines con el móvil hablamos. ¿Qué te acabo de decir? ¿Lo ves? No me escuchas.»

En realidad lo que nos está diciendo es ‘No me prestas suficiente atención. No me estás dando lo mejor de ti.’ Piénsalo. ¿Puedes besar a tu pareja mientras estás pendiente de la tele y piensas en lo que tienes en el horno? Como poder, podrías. Pero como mínimo, seguro que terminas cargándote tu relación de pareja.

En el contexto laboral es igual. Puedes hacer varias tareas a la vez, pero seguro que nunca tendrán la calidad de aquellas tareas a las que dedicas el cien por cien de tu capacidad y atención. Desengáñate, el multitasking es padecer una tara, no tener un súper-poder. El verdadero poder está en ser capaz de enfocarte al máximo de tus facultades para ofrecer lo mejor de ti.

¿Y qué hacemos pues? Vamos a probar a ejercitar nuestro poder de enfocarnos en una sola cosa. ¿Cuánto tiempo puedes dedicar a una misma tarea al máximo de tu rendimiento mental? Los primeros ejercicios te pueden sorprender. Las interrupciones externas y las que vienen de tu propio interior son innumerables.

4 Grita

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Gran canción de Jarabedepalo. Grita. Cuando alguien o algo se extralimita o invade tus límites. Todo el mundo quiere algo de tu tiempo y de tu energía mental. Hasta tus redes sociales. Las cientos de notificaciones que recibes en el móvil cada día. Dí que no. Sin más. Recuerda que no siempre hay por que dar explicaciones.

Tú pones tus límites en el terreno personal y el profesional para asegurarte de que no estás prendiendo fuego a tu fortaleza mental. Y si tienes la sensación de que no vas bien y de que tu mentalidad no es todo lo fuerte que debería, grita. Pide ayuda hoy mismo. Ahora. Habla de cómo te sientes y de lo que te pasa por la cabeza.

¿Sientes algunas de estas emociones y no te las sacudes de encima después de varios días o semanas, tal vez meses?

  • Ira
  • Irritabilidad
  • Tristeza
  • Frustración a flor de piel

Yo soy un tiarrón del norte, nacido en Bilbao, hecho con el mismo material con el que construimos puentes y barcos, y bla, bla, bla… No eramos de pedir ayuda ni para encontrar una calle. Y hasta que fui capaz de hablar sobre las frustraciones a las que me enfrentaba, iba por la vida como si tuviera un peso de 200 kg encima. Ahora más que nunca soy consciente de que en cualquier equipo de trabajo, y especialmente para mi gente, debo hacerme disponible y ayudarles para que sepan que pueden dar salida a sus erupciones emocionales (hablando de volcanes).

¿Has crecido en un entorno parecido? Aunque no te nazca, o te parezca un signo de debilidad, grita. Pide ayuda. No tiene sentido continuar en una espiral negativa que te impida sacar adelante un proyecto empresarial, o mostrarte al mundo en todo tu esplendor en tu día a día. No dudes en acudir a un profesional si notas que tu fortaleza mental ha decaído y no estás siendo capaz de remontar. Y en tu día a día, acude a buenos amigos y compañeros que estén interesados en tu bienestar.

Construir y mantener tu fortaleza mental es un hábito que te ayudará a aumentar tu productividad sin ninguna duda. Y mientras mejoras tus resultados serás más feliz y disfrutaras de mejores relaciones. Especialmente con tu cliente más importante; tú. Pero eso es harina de otro costal. Mientras tanto, cuida tu mentalidad y cuéntame cómo planeas mejorar tu fortaleza mental.

Y ahora los deberes. Mira este vídeo y escucha este himno al buen rollo y a la superación. Life Is Great!