La hora de la verdad…

En mi libro SAMURAI NETWORKER te conté cómo hay una forma de utilizar nuestro capital social más natural y más efectiva.

Con el corazón y con la cabeza.

Con alma y con disciplina.

Como los samuráis.

Un código firme, un compromiso máximo, y una delicadeza deliciosa que abarcaba hasta los mínimos detalles.

Guerreros, sí.

Pero no zafios.

Se cepillaban a quien fuera en un par de gestos.

Sin ser gañanes cierra-bares diciendo tacos todo el tiempo.

No hay que ser un borde de mierda, ni un bruto sin modales, ni un vendedor agresivo para tener éxito.

A no ser que eso sea justo lo que eres.

No hace falta chillar, ni es necesario adoptar un personaje impostado.

No tienes que ser un bufón ni un ríe-chistes de nadie.

Tienes que ser tú, en toda tu compleja y bendita autenticidad.

Con tus pijadas.

Con tus imperfecciones que te hacen una persona única e irrepetible.

Y tienes que seguir el código del bushido en las ventas.

Los Siete principios que hacen que donde no llega la inspiración llegue la disciplina.

Donde el impostor te agarra del cuello, el método asesina al impostor.

No hay nada más magnético que una persona que sabe a dónde va y cómo llegar.

Sobre todo si puede ayudarnos a llegar sin imponernos el viaje o el medio de alcanzar nuestro destino.

Tú tienes que ser esa persona que sabe a dónde va y cómo llegar.

Y para eso, tienes que tener una visión primero, y una estrategia clara después.

¿Dónde leches está tu estrategia?

¿En tu cabeza?

No me jibes.

En serio, ¿tienes un compromiso real con tus propios resultados?

Necesitas una estrategia realista y eficaz por escrito.

Por ti.

Para que sepas que sabes dónde vas.

Para que tú mismo te puedas tomar en serio y creer.

La venta ya no consiste en empujar información con fuerza.

Ya disponen de ella los clientes.

No eres Dani Rovira, ni Leo Harlem, ni el Comandante Lara.

No se trata de hacer más chistes.

No eres Toni Robins para que le copies sus manerismos para que le copies sus “if you agree say ‘Aye!’”.

Tampoco eres Robbin Williams para que te pongas a chillar “GOOOOOOD MOOORNING VIETNAAAAAAAM!!!”

Quién leches eres.

Esa es la pregunta.

No.

No me has entendido.

Me estás contestando con tu profesión.

“Nathan, soy un abogado de vocación. Tercera generación. Ejerzo una abogacía responsable y cercana al cliente. Ofrecemos un servicio muy personalizado con una alta relación calidad – precio.”

Eso es lo que pueden decir otros 11.000 abogados. Palabra por palabra. Y seguro que más del 50% se lo creen de verdad.

Y de ese 50% seguro que más del 20% hasta lo podrían demostrar.

“Nathan, soy una coach de empresas con 14 años de experiencia con triple certificación de ICF, ASA, NS2, ITI, y TIT. Me hace feliz ayudar a las personas a que encuentre su camino y consigan hacer sus sueños realidad.”

Buffrrrp!

Perdón.

Creo que ha sido una arcada.

Por lo pasteloso y poco auténtico.

Por lo poco de único que tiene.

Por los miles y miles de coaches que pueden compertir contigo tanto en el nivel de pastel, como en los años y los títulos.

Estrategia y verdad.

No te puedes cortar el pelo a ti mismo a no ser que seas calvo.

Aunque domines la teoría necesitas alguien que mire tus miserias y victorias a 25.000 pies de altura.

Y que tenga el compromiso de decirte dónde estás para que lo compares con el lugar donde tú crees que estás.

Que te diga la verdad sobre cuánto te queda para llegar.

Y que te explique de qué maneras NUNCA vas a conseguirlo.

Que comparte las diferentes maneras en que otros han llegado.

Que te ayude a estudiar todas las rutas que puedes seguir pensando en los imponderables.

Contando con la Señora Incertidumbre.

Se llama INSPIRE Mastermind.

Y te va a aportar la patada en el culo que sabes que necesitas.

Un consultor encima de ti como socio de responsabilidad.

Y varios profesionales y empresarios como tú que han pasado por los mismos problemas con éxito.

Juntos formamos un Club de Desarrollo Empresarial único.

Es único porque aporta la suma de las experiencias de sus integrantes.

Un número LIMITADO.

En confidencialidad absoluta.

Menos de 15 personas.

Muchos de ellos consultores en diferentes campos.

Comprometidos con el equipo.

Comprometidos contigo.

En el que tú eres el caso de estudio para el método del caso.

En el que recibes mucho más de lo que pones.

En el que te llevas CADA SESIÓN, cada mes, mucho más que los cochinos 25 euros más IVA que cuesta ser parte de un CDE de INSPIRE MASTERMIND.

Te diría que te apuntes al Mastermind.

Pero no sé si eres la persona que busco.

Porque si no te comprometes a asistir con la mente abierta para compartir sin juicios y con puntualidad no te voy a permitir que formes parte.

No quiero tu dinero.

Quiero aprendices de Samurai.

Quiero Samurais veteranos curtidos en mil batallas y cansados de su soledad.

No acepto menos.

Voy a compartir todo lo que sé, y voy a pedir que compartamos TODO en cuanto a experiencia, estrategias, herramientas, ideas.

Nos vamos a vaciar todos para salir con 10 veces más valor.

Si después de esto aún así crees que tienes el compromiso para asistir, escribe ahora mismo a info@nathanmanzaneque.com

En el asunto escribe SAMURAI.

En el cuerpo del email quiero que me escribas por qué quieres ser parte de un CDE de INSPIRE MASTERMIND conmigo.

Por qué deberías ser tú uno de los 15 samurai.

Tu primer compromiso será pagar tus primeros 25 cochinos euros más iva.

Y firmar tu contrato de samurai.

Confidencialidad

Sin juicios entre pares

Máximo compromiso con aportar y recibir valor cada sesión.

Escribe ahora mismo a info@nathanmanzaneque.com

Vamos a ver si dices Diego dices luego…

O algo por el estilo.

La hora de la verdad…

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