¿Eres un verdadero líder? Entonces lo más probable es que estés cien por cien enfocado en mantener a tu comunidad y a los miembros de tu equipo a salvo y seguros.
Escucha el Episodio 16 del podcast Ventatregia: Liderazgo En Tiempos De Crisis
Es en estos momentos en los que se demuestra el tipo de líder que eres. Cuando todo va viento en popa a toda vela casi cualquier persona puede hacer de líder. Pero cuando vivimos situaciones sin precedentes, es cuando las personas a nuestro alrededor necesitan más que nunca sentirse apoyadas.
Necesitan sentirse conectadas. Y más que nunca necesitan descubrir nuevas maneras de trabajar de forma productiva y sentir que no están trabajando solas.
Un líder no es un súper héroe. No es ajeno a la disrupción enorme que ha supuesto el COVID-19 a nivel individual, de familia, de comunidad, y de empresa.
Algunos de los efectos del Coronavirus son una mayor sensación de vulnerabilidad física y psicológica. El 65% de las personas entrevistadas por BCG opinan que el impacto más dramático de esta situación está aún ante nosotros, y el 56% está convencido de que habrá una recesión grave.
Más de 188 países han cerrado las escuelas a nivel nacional
Fuente: UNESCO, 2 de Abril de 2020
Una de las cosas que dificultan aún más el liderazgo es que con nuestros niños en casa, a la vez que sentimos que están más protegidos, también nos dificulta más poder enfocarnos incluso en el caso de que podamos continuar con relativa normalidad en nuestros proyectos y empresas.
Y por desgracia, esta situación no afecta por igual a hombres y mujeres. Cobra una importancia mayor en el caso de las mujeres empresarias, que siguen llevando un peso desproporcionado en el delicado equilibrio de la familia en tiempos de crisis.
Hay más de un 20% de empresarios que no tienen ni idea de cómo hacer posible el trabajar en remoto. Y muy posiblemente esto no se debe solamente a que en algunos sectores el trabajo ha de ser presencial. A esto se le suma que muchos empresarios no tienen la capacidad técnica o cognitiva para liderar el trabajo en remoto en sus equipos.
Según un estudio reciente, más de 300 millones de personas en todo el mundo podrían hacer su trabajo desde casa perfectamente. (US Bureau of Labor Statistics)
Y claro que el conseguir adaptarse a esta nueva realidad requiere un esfuerzo de nuestros equipos. Pero el esfuerzo principal ha de venir de los líderes de esos equipos. La curva de aprendizaje puede y debe acortarse, por muy difícil que parezca. Y si el líder no tiene la capacidad técnica y cognitiva ha de demostrar su liderazgo poniendo al frente de ese cambio a alguien que pueda liderar ese cambio.
¿Cómo puedes inspirar a los miembros de tu equipo?
Tienen que importarte de verdad, a nivel personal y no solamente a nivel profesional. Y esto significa demostrar tu interés sincero en su bienestar físico y mental. Cómo se encuentran y cómo se sienten, cómo se están enfrentando a sus temores, cómo están haciendo frente a sus necesidades, y cómo están manteniéndose en forma en sentido emocional y profesional.
¿Qué podemos hacer para proteger a nuestro equipo?
1- Las personas van antes que los resultados
Antes que todo lo demás, primero las personas que forman parte de tu equipo han de estar seguras. Esto tendría que estar en nuestro ADN mucho antes de esta crisis. Por desgracia hay personas que aún siguen viendo a sus empleados, colaboradores, y clientes, como recursos de los cuales sacar un beneficio.
Esto significa rechazar cualquier tendencia a la mezquindad de buscar resultados y rendimiento a costa del bienestar de nuestra gente. Cuanto más rápido seamos capaces de asegurar el bienestar de nuestro equipo, mejor seremos capaces de adaptarnos a esta crisis. Y esta crisis no es como la de 2008. Esta va para largo. Y es de las que cambian una sociedad.
2- No des por sentado que saben qué hacer
Puede parecer una idea de perogrullo, pero lo cierto es que el hecho de que una persona sepa usar Zoom, no significa que sabe cómo trabajar de forma efectiva en remoto. Invierte tiempo en desarrollar y dar pequeñas formaciones que ayuden a tu equipo a encontrar el equilibrio en el trabajo desde casa.
Ayúdales a gradualmente aceptar la situación y a desarrollar técnicas, costumbres, y hábitos, que les ayuden a sentirse cómodos y con rutinas de trabajo sostenibles y productivas. Contrata una Formación de Trabajo en Remoto para tu equipo.
3- Construye espacios de Complicidad Virtual
Es difícil para personas dadas al afecto físico y a las muestras de cariño y cercanía, el acostumbrarse a ver a las personas a través de una pantalla más o menos pequeña. No es lo mismo. No se sienten igual. Las herramientas digitales de trabajo colaborativo como Trello, etc, pueden ayudar, claro está. Pero no favorecen la creación de esa complicidad y sensación de proximidad perdidas.
Por eso es tan importante generar encuentros virtuales cara a cara en el que nos veamos las caras con ellos en un contexto que NO sea hablar de obligaciones y fechas de entrega.
4- Establece un plan de contingencia dentro de la crisis
Si eres un líder maduro, seguramente ya tenías un plan de contingencia por si las moscas. Por supuesto, no todos los planes de contingencia suelen incluir un virus mortal de rápida expansión convertido en pandemia global. Seamos constructivos; qué puedes hacer para contar con un plan de contingencia ahora. Sí, ahora.
¿Qué pasa si alguna persona clave en tu empresa enferma o se ausenta de sus obligaciones? Implementa ahora procesos para tener un plan B en cada KPA de tu empresa (Área Estratégica). Crea equipos B, que aprendan lo que hacen los equipos A.
5. Demuestra que eres un líder compasivo
Escucha, escucha, y escucha. Y escucha con bondad. Para comprender. No para responder. Consigue dar a tu equipo muchas oportunidades con frecuencia para que te cuenten sus ideas, sus sentimientos, y sus emociones. Cuando te expresen sus cosas, procura responder sin tardar mucho. Que vean que te importan. A lo mejor no tienes una solución milagrosa para darles ahora mismo, pero demostrarás verdadera empatía.
Me encantaría que compartieras tu punto de vista sobre el liderazgo que tú has experimentado y el que tú manifiestas.
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