Liderar un equipo puede ser una de las experiencias más desafiantes y emocionantes que alguien pueda enfrentar en su carrera profesional. Y si eres nuevo en una empresa, los primeros 90 días son cruciales para establecer la base de una relación exitosa y productiva con tu equipo.

En 90 días puedes cargarte los aspectos positivos de la cultura de una organización, o puedes reforzarlos y corregir aquellos aspectos negativos que la pueden estar lastrando.

Ya sea que seas un experto en tu campo y llegues de nuevas, o que hayas promocionado por haber estado en la empresa con anterioridad, comenzar en un nuevo rol puede ser abrumador. Sin embargo, al seguir una estrategia bien definida, puedes liderar a tu equipo hacia el éxito y demostrar tu capacidad de liderazgo.

¿Cómo sabes si tu liderazgo está funcionando? Un síntoma es si estás teniendo renuncias en tus primeras semanas de gestión. ¿Se están yendo de la empresa miembros de tu equipo? ¿Están renunciando profesionales clave que se encuentran entre los que mejor rendimiento ofrecen a la empresa? Si es así, PARA, porque algo no está funcionando bien.

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Si los empleados que dimiten de sus puestos están entre los mejores, y se juntan varios en muy pocas semanas, y no estás siendo capaz de retener al mayor talento en tus primeros 90 días, PARA lo que estás haciendo, y vuelve a plantearte tu estrategia. En poco tiempo podrías sumir a la empresa en una fase de Tormenta que tenga un alto coste en la cuenta de resultados.

¿Y si los que renuncian son los que peor rendimiento ofrecen? En ese caso, no es tan preocupante, ya que la empresa puede crecer sin ellos y evolucionar. Quiere decir que estás elevando el listón. Aún así, lee el consejo número 10 al final de este artículo. Muchos cambios a la vez pueden colocar al equipo en fase de Tormenta.

En liderazgo decimos que cualquier equipo de personas pasa por las siguientes 4 fases:

–      Formación

–      Tormenta

–      Normalización

–      Alto Rendimiento

Si en las primeras semanas te cargas a los que mejor rinden, tendrás que contratar gente nueva. Tu equipo pasará de Normalización o Alto Rendimiento a estado de Formación y/o Tormenta. Se han ido los buenos, y los que quedan tienen que apretarse los machos, trabajar más para compensar lo que hacían los que se fueron, y encima formar a los nuevos. Nadie está contento con la situación, y hace falta mucho esfuerzo para salir del estado Tormenta. Y lo peor de todo, la cuenta de resultados cae durante esos meses y refleja ese estado del equipo. Cada cambio que introduzcas tiene un efecto mariposa; ¡afecta a una o varias áreas de resultados incluso en otros departamentos!

Lo mejor es enemigo de lo bueno

Seguro que tienes unas ganas bárbaras de introducir muchísimas mejoras en tus primeros 90 días. Por eso te han contratado, para hacer las cosas bien. Pero si no lo haces con cuidado mostrando una gran inteligencia emocional y colocas la empresa en modo Tormenta, lejos de mostrar tu capacidad de liderazgo y conseguir grandes resultados, esos mismos resultados te pondrán en tela de juicio.

Para ayudarte, en este artículo voy a compartir algunos consejos prácticos cuya efectividad está sobradamente contrastada al cabo de los años, para liderar un equipo en los primeros 90 días de un nuevo trabajo, con el objetivo de establecer una base sólida y duradera para un liderazgo efectivo.

1.    Escucha y aprende

Una de las cosas más importantes que puedes hacer como nuevo líder es escuchar y aprender. Tómate el tiempo para conocer a tu equipo y entender cómo se hacen las cosas en la empresa en el momento presente. Habla con cada miembro del equipo y escucha sus puntos de vista y preocupaciones. Trata de entender las dinámicas de equipo existentes y cómo las personas trabajan juntas antes de cambiar esas dinámicas.

2.    Comprender la cultura de la empresa

La cultura de la empresa será diferente a lo que puedes haber conocido con anterioridad. Por eso es importante aprender sobre la cultura de la empresa y cómo se toman las decisiones. Pregunta a tus colegas sobre los valores recientes de la empresa y cómo se reflejan en la cultura del trabajo. Aprender sobre los desafíos y oportunidades de la empresa es fundamental para liderar con éxito.

Cada empresa tiene su propia cultura y forma de hacer las cosas. Antes de comenzar a liderar a tu equipo, es importante que entiendas la cultura de la empresa, su historia reciente y su misión. Esto te ayudará a adaptarte más rápidamente a tu nuevo entorno y a comprender mejor cómo puedes agregar valor a tu equipo y a la empresa en general.

3.    Conocer a tu equipo

Es fundamental conocer a tu equipo y comprender sus habilidades y experiencias. Programa reuniones individuales con cada miembro del equipo para conocerlos personalmente y obtener información valiosa sobre su rol y las responsabilidades que tienen en la empresa. Aprovecha esta oportunidad para establecer una relación de confianza y establecer expectativas claras sobre lo que esperas de ellos.

4.    Establecer una visión clara

En los primeros 90 días, es importante que entiendas la visión que tiene el liderazgo de la empresa por encima de ti, interiorizarla, y comunicarla de manera efectiva. Esto incluye comprobar si ya existen objetivos específicos y medibles y un plan de acción en marcha, y si no fuera así (ten en cuenta que lo normal es que ya haya un plan en marcha), crearlos. La comunicación clara y frecuente con el equipo será esencial para mantenerlos motivados y enfocados en la consecución de los objetivos.

5.    Identificar problemas y oportunidades

Durante los primeros 90 días, dedica tiempo a identificar problemas y oportunidades dentro del equipo y la empresa en general. Observa cómo se llevan a cabo las tareas diarias y habla con los miembros del equipo para identificar áreas que necesiten mejoras. También es importante identificar oportunidades para mejorar la eficiencia y la productividad del equipo.

6.    Construir relaciones con otros líderes

No te centres solo en tu equipo, es importante establecer relaciones con otros líderes en la empresa. Tanto en horizontal como en vertical. Esto te ayudará a comprender mejor la estructura de la empresa y cómo encaja tu equipo en ella. También te dará la oportunidad de obtener información y consejos valiosos de otros líderes que pueden ayudarte a liderar de manera más efectiva.

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Construye relaciones con otros líderes, entiende cómo ha evolucionado la cultura de la empresa ANTES de plantear cambios que puedan resultar bruscos sobre las estrategias ya en marcha.

7.    Fomentar la colaboración y la confianza

La colaboración es esencial para el éxito del equipo y la empresa en general. Fomenta la colaboración y la comunicación abierta entre los miembros del equipo para promover un ambiente de trabajo positivo y productivo. También es importante construir una relación de confianza con los miembros del equipo para que se sientan cómodos al hablar contigo sobre cualquier problema o preocupación que puedan tener.

8.    Asegurarte de tener las herramientas y recursos adecuados

Es importante que estés abierto a aprender y adaptarte a medida que vayas descubriendo más sobre la empresa. Esto puede incluir aprender nuevos procesos o formas de hacer las cosas, o incluso adaptarte a la cultura de la empresa. Estar dispuesto a aprender y adaptarte es una de las claves para liderar con éxito en los primeros 90 días.

9.    Establece una cultura de trabajo positiva

Como líder, es importante establecer una cultura de trabajo positiva y productiva. Asegúrate de que tu equipo tenga una actitud positiva y esté motivado para alcanzar los objetivos. Crea un ambiente de trabajo que fomente la colaboración y la innovación.

También es importante celebrar los éxitos y reconocer el trabajo bien hecho. Asegúrate de que tu equipo se sienta valorado y apreciado desde los primeros días y de forma constante.

10. Evita implementar demasiados cambios a la vez

Es importante evitar implementar demasiados cambios a la vez al entrar nuevo a liderar un grupo de personas, porque puedes abrumar a tu equipo y hacer que se sientan desconectados del proceso de cambio. En lugar de forzar cambios masivos en un corto período de tiempo, debes ser estratégico y priorizar los cambios que sean más importantes y necesarios para el éxito a largo plazo. Al tomar un enfoque gradual, podrás involucrar a tu equipo y asegurarte de que todos estén alineados y comprometidos con los objetivos. Al hacerlo, estarás creando un ambiente de trabajo más positivo y colaborativo que ayudará a que tu equipo crezca y se desarrolle en la dirección correcta.

En el liderazgo de una empresa o de un grupo de personas, es esencial que no te precipites al tomar decisiones importantes aunque parezcan pequeñas. La toma de decisiones apresuradas puede tener consecuencias graves y negativas para la empresa y su equipo.

Por lo tanto, es importante que te tomes el tiempo necesario para analizar la situación, hablar mucho con otros líderes de la empresa que están implicados en el día a día real de la empresa, y considerar todas las opciones disponibles. Esto te permitirá tomar una decisión informada y estratégica que sea beneficiosa para la empresa a largo plazo.

Al tomarte el tiempo para considerar las diferentes opciones y obtener información, estarás demostrando tu capacidad de liderazgo y tu compromiso con el éxito a largo plazo de la empresa. Además, al involucrar a tu equipo en el proceso de toma de decisiones, estarás creando un ambiente de trabajo más colaborativo y comprometido que fomentará la innovación y el crecimiento en la empresa.

En resumen, cuida tu toma de decisiones al tomar decisiones importantes durante tus primeros 90 días sobre todo, y durante tu ejercicio del liderazgo de una empresa. Tómate el tiempo necesario para considerar todas las opciones y haz una elección informada que beneficie a la empresa y a tu equipo.

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